Cómo diseño mi diario para iniciar cada año con las metas y objetivos claros

Desde hace tres años he dedicado las primeras semanas de enero a diseñar y materializar un diario, que me ayuda año tras año a enfocar mi energía y mi tiempo, y hoy quiero compartirte mi experiencia.

Por qué lo hago

Lo primero es el por qué de hacer un diario año tras año. Lo cierto es que con la tendencia del Bullet journal, en el 2023 decidí intentar este método para ser mejor persona. Empecé de manera casi natural, sin mucha estructura, experimentando qué me servía y qué no. En un principio, más que un diario fue una libreta de apuntes y un seguidor de hábitos. Hacia febrero de ese año sufrí una pérdida muy dolorosa, y parte de mi recuperación fue poder escribir y mantener esa libreta y los hábitos de manera prolongada durante todo el año. Fue ahí que entendí que no se trataba de hacerme seguimiento, o de si lo hacía o no. Consistía más en motivarme a buscar la disciplina y, más que alcanzar el 100% o el 200% de mis metas, mantenerme lo más lejos posible de mi 0%.
Ahora bien, ¿por qué de manera análoga, y no usar alguna de las bastas herramientas digitales que uso y están disponibles en línea? Aunque en mi cotidianidad uso principalmente herramientas digitales para hacer el seguimiento de mis rutinas de trabajo, la escritura y edición de mis proyectos, la creación de arte, e infinidad de acciones más; mi diario es un área completamente análoga de mi vida. He encontrado que cerrar las pantallas y concentrarme en la tinta y el papel me da una sensación de tranquilidad y enfoque que no puedo alcanzar de otra manera. Así mismo, tanto el seguimiento de mi día a día, como la escritura de mis pensamientos se me hace mas transparente y menos artificial cuando la hago de mi puño y letra.
Hoy en día uso este diario, tras dos años, para plantear mis objetivos, conectar con mi ser más profundo y vulnerable, y encontrar el camino para materializar esas ideas. En él hago seguimiento a mis hábitos, conecto espiritualmente con mi escritura, reviso, modifico y ajusto mis objetivos, y encuentro formas para hacer seguimiento al camino de alcanzarlos. Cuando me siento perdido, abrumado, o sin un norte claro, regreso a él. Me encuentro mirándolo y leyéndolo y es, en realidad, un acto de revisitarme y leerme.

El cómo lo hago

Para hacer mi diario yo prefiero una libreta de 100 hojas que sea de puntos. Ni rayas, ni cuadros, ni hojas en blanco. Esto lo hago así porque los puntos me dan referencia de los tamaños y una línea clara imaginaria que puedo seguir al escribir, pero no me amarran a la forma cuadriculada o rayada de otros tipos de hojas. Normalmente dibujo una portada en él, y dejo un par de hojas libres para escribirme una carta de inicio de año. Luego de eso retomo mi IKIGAI, que voy acumulando año tras año y lo voy revisitando para conectar conmigo mismo y, además, modificándolo. Luego planteo mis objetivos, hago el calendario de hitos y las hojas de seguimiento.
Para los objetivos planteo normalmente una estructura de dos partes: ¿cuál es mi deseo? y ¿qué puedo hacer para alcanzarlo? Mi primer deseo, por ejemplo, es: Sentirme pleno y sano física, mental y espiritualmente. Para alcanzar ese deseo, enumero la lista de acciones que quiero hacer en el año para que se haga realidad. En este 2025 está, por ejemplo, lo siguiente:

Planteo estos objetivos de forma que los pueda medir y hacer seguimiento. Es decir, en vez de escribir "Quiero meditar", escribo "meditar conscientemente 2 veces a la semana".
Luego de ello, de escribir todos mis deseos y objetivos de manera ordenada y medible, comienzo con las hojas que harán el seguimiento a esos objetivos. Para los objetivos que tienen un seguimiento diario, escojo los 4 mas importantes y hago un año en pixeles. Luego, hago la hoja de seguimiento de los objetivos semestrales y los trimestrales. Finalmente, luego de ello, hago un calendario mensual. Me gusta anotar día tras día qué pasó relevante. Me he encontrado recordando cosas que había pasado por alto, encontrando patrones de mi comportamiento, o celebrando momentos bellos que pasaron y simplemente no los había enmarcado en el tiempo. Después del calendario hago la hoja de seguimiento de hábitos mensual. En ella incluyo todos los hábitos y objetivos que quiero seguir mensual, semanal y diariamente. Finalmente, dejo las hojas para escribir.
Estos diarios me han traído mucha paz mental, mucha claridad, una exploración hacia mi interior que estoy seguro que no hubiera podido alcanzar de otra manera. Ha sido una forma en la que he creado hábitos nuevos, eliminado otros y conservado los que me hacen sentir mejor. En fin, es una herramienta con un poder que ninguna otra que conozco tiene sobre mi. Te lo recomiendo.
Como siempre cierro, iré actualizando poco a poco este artículo para que puedas encontrar mejor información. Espero que lo hayas disfrutado.


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